
Cuando pierdes a tus mejores trabajadores, no se van todos de repente. Lo que ocurre es que poco a poco van perdiendo interés en su trabajo. Michael Kibler, que ha pasado la mayor parte de su trayectoria estudiando este fenómeno, lo llama caída de tensión. Como las estrellas moribundas, los empleados estrella van perdiendo su interés y su pasión por el trabajo.
"Este fenómeno es distinto al desgaste porque los empleados que lo sufren no parecen estar en una crisis", explica Kibler. "Parecen rendir bien: trabajan muchas horas, hacen su trabajo, contribuyen cuando se trabaja en equipo y en las reuniones dicen lo que todo el mundo quiere oír. Sin embargo, trabajan en un estado silencioso de agobio continuo y la consecuencia más predecible es qufe acaben dejando el trabajo".
Tratar a todos por igual. Esta táctica funciona en el colegio, pero el lugar de trabajo debería funcionar de manera distinta. Tratar a todos por igual implica que tus mejores trabajadores crean que se les tratará igual que al más vago de la oficina por muy bien que trabajen.
Tolerar un rendimiento bajo. Se suele decir que los grupos de jazz son tan buenos como su peor músico; independientemente de lo buenos que sean los demás, todos oyen al peor. Cuando se permite la presencia de un eslabón débil sin ningún tipo de consecuencias, estos contagiarán al resto de empleados, especialmente a los más competentes. Esto suele pasar cuando los jefes no tienen la suficiente inteligencia emocional como para lidiar con los problemas de rendimiento de la plantilla.