En los últimos tiempos se habla con mucha frecuencia sobre el autoempleo y la creación de empresas como la mejor herramienta a la hora de generar puestos de trabajo.
Incluso se ve reflejado con insistencia en los medios de comunicación y son las propias administraciones públicas las que ponen en marcha programas de apoyo para su puesta en marcha.
Será obligación de la sociedad fomentar esa cultura emprendedora y formar y apoyar en el cometido de aprender a emprender.
Es necesario apoyar con decisión los primeros pasos en la creación de nuevas empresas, mediante una ayuda técnica, humana y financiera, que les permita ir verificando la viabilidad de su proyecto.
El emprender se alimenta de acciones.
Incluso se ve reflejado con insistencia en los medios de comunicación y son las propias administraciones públicas las que ponen en marcha programas de apoyo para su puesta en marcha.
El hecho de emprender requiere del individuo dotes y capacidades que de alguna manera tienen que aportar y que de alguna parte tienen que venir.
Esto que inicialmente parece fuera de nuestro alcance, realmente no lo está. De hecho, emprender únicamente significa poner en marcha una actividad y una persona emprendedora es la que acomete con resolución estas tareas.
La
experiencia de quienes han sacado adelante iniciativas empresariales
constata que el riesgo que se asume a la hora de crear empresas se puede
reducir considerablemente analizando la viabilidad del proyecto,
elaborando un plan de empresa y adquiriendo la formación necesaria para
la gestión posterior de la misma.
Será obligación de la sociedad fomentar esa cultura emprendedora y formar y apoyar en el cometido de aprender a emprender.
El emprender se alimenta de acciones.